Hoy en día, el porcentaje de noticias referentes a tecnología, marketing digital o las redes sociales es abrumador.
Desde su creación en 1969 hemos podido ver estupefactos cómo la plataforma de comunicación internet influía decisivamente en cualquier aspecto del desarrollo de nuestro trabajo, ocupando actualmente también muchos aspectos de nuestra vida personal.
Internet ha permitido podernos comunicar a través de envío de correo electrónico, la transmisión de archivos, la mensajería instantánea, la difusión de contenido entre muchos otros, pero uno de los servicios que más éxito ha tenido en internet ha sido y es la World Wide Web (WWW o la Web).
Personas separadas en el tiempo y el espacio, usan la Web para informar, para interactuar, conocer, estudiar. Desde la cultura, los negocios, el arte, la literatura, los conocimientos médicos… hasta las experiencias emocionales, todo puede ser compartido y sembrado digitalmente con el menor esfuerzo, haciéndolo llegar casi de forma inmediata a cualquier otro punto del planeta.
“La Web es el medio de mayor difusión de intercambio personal aparecido en la Historia de la Humanidad, muy por delante de la imprenta. Esta plataforma ha permitido a los usuarios interactuar con muchos más grupos de personas dispersas alrededor del planeta, de lo que es posible con las limitaciones del contacto físico o simplemente con las limitaciones de todos los otros medios de comunicación existentes combinados.”
Esta evolución de la web, junto con el desarrollo y continua evolución de los dispositivos móviles para navegar por internet, hacen que sea una de las plataformas de comunicación más importantes que existe en el momento.
¿Qué significa para una empresa hoy en día su página web?
Para los que nacimos antes de la era de internet, nos hemos ido haciendo a ello, de una manera más o menos traumática, pero para las generaciones posteriores millenials, o las generaciones llamadas X, Y es simplemente un modo de vida.
En lo relativo al turismo, podemos encontrar entre los parámetros de elección actuales para buscar destinos, criterios como el WIFI (y no cualquiera), Smart hotels o Smart destinations (Hoteles y destinos inteligentes), y el número de aplicaciones que ofrece el destino y el establecimiento para poder interactuar a través de sus dispositivos, entre otros.
Pero no olvidemos, que para la decisión entre un lugar y otro, entre un establecimiento y otro, son sus webs las que inclinan la balanza. Qué trasmiten, qué nos cuentan, qué ofrecen.
Sin web no hay destino ni establecimiento que exista para estas generaciones, o diría que para casi ninguna. Y es que el sector del turismo debe estar preparado para el turista 3.0 en general, que se caracteriza por gestionar sus viajes y ocio vacacional desde su propio dispositivo móvil.
Hace una semana en la puerta del colegio, una madre me comentaba como en la cena anterior con unos amigos y después de unas copas de vino hablando de viajes, decidieron buscar y reservar un fin de semana en Marruecos.. y todo a través de sus smartphones, dónde pudieron comparar varias webs con increíbles fotografías del establecimientos, y entre muchas risas eligieron el Riyadh que les había gustado más. La reserva la hicieron allí, en ese mismo momento.
Y es que las webs actuales deben estar preparadas además para aprovechar esos impulsos de búsquedas por parte de clientes potenciales, y convertirlos en venta. Las webs por lo tanto son nuestro escaparate no sólo cuando nuestro negocio físicamente está abierto, sino las 24 horas de todos los días del año. Son a veces nuestro perpetuo canal de venta.
En definitiva una web es la conexión con la empresa aquí, ahora, en el momento que el cliente quiera conectar. Es la posibilidad de ser visible ante millones de clientes potenciales, no sólo los locales, sino en cualquier rincón del planeta. Es la oportunidad de vender sin necesidad de personal a cualquier hora del día y de la noche, es la herramienta que crea continuamente un vínculo entre la empresa y el cliente, es el instrumento a través del cual la empresa puede conocer qué es lo que más gusta y la que no, es la que nos permite interactuar con todos los clientes obteniendo un feedback imprescindible para el enfoque de nuestro producto, en definitiva: una web es tu tarjeta de presentación: si tienes web es que existes.
Cuando se vuelva a hacer la pregunta del millón: ¿Y porqué una web? Quizá se pueda uno mismo responder con otra pregunta: ¿Apostaría todas las ventas de mi establecimiento, la imagen y el posicionamiento a la promoción y venta offline? ¿A cuántos clientes puedo vender digitalmente y a cuantos de la manera tradicional? ¿A cuántos clientes puedo convencer durante las horas que abre mi negocio de que mi establecimiento es el que mejor satisfará sus expectativas y a cuántos a través de mi web?
Pongamos todos a nuestros negocios un letrero que rece:
Querido cliente, nuestra web nunca cierra, visítenos cuando quiera.
Ana Flórez de Quiñones. Hospitality Consultant.
Para saber más sobre el tema: info@florezdequinones.com.
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