Hay una frase que empleo constantemente en lo que se refiere a formación de equipos y que utilizo en mi web “la base del éxito en tu equipo es rodearse de gente mejor que tú”. Podría seguir añadiendo.. mejor que tú, que estén especializados en áreas que tu no conoces, que complementen a todo el equipo, que contribuyan con sus valores, cohesión, coherencia, motivación…
Las personas en los equipos conforman el valor de las empresas. Sin un equipo no se fabrica, no se produce, no se elabora.. Sin personas no hay empresas, no hay firmas, ni marcas, ni posicionamiento.. o al menos con largo recorrido.
Estas personas que trabajan para ti, con las que trabajas, no son sólo profesionales, son.. eso.. personas. Más importante que el perfil técnico o tan importante como éste, son las habilidades sociales, la inteligencia emocional, el corazón con el que se integran al proyecto.
Y entre todos estos profesionales hoy le dedico especial atención por ser el día que es a las mujeres que son madres en las empresas.
¿Con cuántas madres trabajas? ¿Cuántas mamás hay trabajando para ti?
Las cifras sobre mujeres en empresas arrojan los siguientes datos aportados por el INE, la Unión Europea y hasta la Organización Internacional del Trabajo: las mujeres no suponen ni la mitad de la fuerza laboral en España, son las que lideran las jornadas parciales, ocupan menos puestos directivos y tienen un protagonismo reducido en el mundo de la inversión.
De los 2,84 millones de puestos parciales, 2,05 millones están ocupados por féminas, lo que representa un 72,4% del total, como consecuencia de su necesidad de tener tiempo para su familia.
El organismo de estadísticas también muestra que de los más de 18 millones de ocupados que hay en nuestro país, 7,62 millones tienen estudios superiores. Y, de todos ellos, casi el 52% son mujeres (según el INE, actualmente 3,94 millones de trabajadoras tienen educación superior, frente a los 3,68 millones de empleados varones).
Nos rendimos a la evidencia: las mujeres conforman el grupo con mayor formación, y a la misma vez son las que centran sus prioridades de ahorro alrededor de la familia. Las que centran su atención en tus hijos, tus sobrinos, los hijos de tus primos, los amigos de tus hijos.
El futuro de nuestra sociedad.
Sin embargo, no lo tienen fácil.
Vivimos en una sociedad en que una mujer joven en un proceso de selección en cualquier empresa puede y se encuentra con la siguiente pregunta ¿Planeas tener hijos en un futuro cercano?
Desgraciadamente hoy en día para la empresa es más importante el costo que pueda suponer el prescindir de una madre cuatro meses en un año, que la inteligencia emocional, la experiencia, la paciencia, hasta las dotes de negociación puede aportar una madre a su equipo.
Hoy en día se habla mucho de la CSR (Corporate social responsability) en las empresas, también llamada “corporate conscience” (conciencia empresarial) o “responsible business” (empresa responsable) a través de la cual muchas empresas se comprometen a perseguir objetivos sociales más allá de los que son requeridos para la actividad de su negocio.
¿Qué puede haber más comprometido que integrar a las madres en nuestras empresas, ayudándoles a conciliar su vida laboral y familiar, no excluyéndolas por su perfil familiar, sino dándoles el lugar que les corresponde en relación al importantísimo rol que ejercen en nuestra sociedad?
¿Pero qué puede ser más importante que integrar en nuestros equipos a madres que no sólo con su experiencia personal enriquecen el capital humano de las empresas, sino que son las educadoras, las enfermeras, las consejeras, las integradoras de las personas que conformarán la sociedad de nuestro futuro?
Todos tenemos amigas, hermanas, cuñadas, esposas que han sufrido las consecuencias de ser mujer y madre en una carrera profesional. Aunque el ratio de productividad de una madre en una oficina es generalmente superior al de otra persona, la empatía con los compañeros mucho mayor, la generosidad en su gestión, la preocupación por su puesto de trabajo, su responsabilidad, la energía … nada de estos valores tan importantes son tenidos en cuenta hoy en día por la mayoría de empresas.
Pero, ¿nadie se para a pensar? Oiga: Si una persona puede estar haciendo las tareas con su hijo, poniendo el termómetro a otro, hacer la cena, y cierra un trato con un cliente por teléfono encerrada en un cuarto de baño cuando le llaman para que no se oigan los gritos de sus hijos pegándose por casa, yo la quiero en mi equipo.
Una persona que se enfoque completamente en su jornada laboral, que ni las llamadas de la cuidadora de su pequeño puedan interferir en importantes decisiones en la mesa de su oficina, que escuche a sus compañeros, atienda las mil llamadas del jefe, entregue un informe impecable, y todo después de haber pasado una noche entera despierta calmando a su bebé porque le están saliendo los dientes, la quiero.
Una persona que hace una presentación delante de unos inversores sabiendo que ese mismo día su hijo tuvo un accidente en la moto yendo a la universidad, que no pierde el tiempo en la máquina del café charlando con sus compañeros porque ha pedido jornada reducida para estar con sus hijos y su tiempo es oro: por favor en mi equipo!
Yo no estoy en absoluto de acuerdo con un feminismo que beneficia a las mujeres simplemente por su sexo, en esta sociedad nuestra todos somos importantes, y en una empresa todos complementarios, pero sí es verdad que teniendo en cuenta todo lo que aportan las madres potenciales, o madres ejercientes, las preguntas por parte de un jefe de recursos humanos en un proceso de selección sobre la maternidad como parámetro excluyente es poco menos que condenar a nuestros pequeños a una educación sin maternidad, y por lo tanto a una sociedad enferma, y emocionalmente aséptica.
Hay tantas razones por las que agradecer a todas esas mamás que trabajan en las empresas que deberíamos de empezar por plantearnos ponerles las cosas un poco más fácil en su jornada laboral. Flexibilidad, e independencia.
Pensemos en nuestras compañeras madres, en nuestras jefas madres, en nuestras subalternas madres, o en aquellas mujeres que en el absoluto responsable y concienzudo ejercicio de su profesión, esperan con tanta ilusión la llegada de un hijo… no es excluyente para contar con mujeres con perfil profesional de máxima responsabilidad, pensar en una madre es, repito, apostar por un ratio de productividad importante, es aportar a tu equipo una sensibilidad extra, es participar del futuro de nuestra sociedad.
Querida profesional: si eres madre, eres muy importante y yo te quiero en mi equipo.
Este es un post dedicado a todas las madres empresarias, trabajadoras, amas de casa, al pilar de nuestra sociedad, a las abuelas, hermanas, cuñadas que forman parte de la tribu urbana que cuidan, educan, aman, y ayudan a integrar con su sensibilidad a todos los niños en este loco mundo nuestro.
Feliz día de la madre.
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